De estos principios se derivan distintos valores éticos, entre los que consideramos especialmente importantes:
Compromiso – Acto de libertad por el cual dos o más partes aceptan contribuir al buen funcionamiento de una empresa (Acción o tarea que entraña dificultad y cuya ejecución requiere decisión y esfuerzo).
Responsabilidad – Cualidad para asumir las consecuencias de nuestros actos, así como para cumplir con nuestras obligaciones de la forma más diligente posible.
Profesionalidad – Actitud proactiva para incrementar conocimientos, habilidades y capacidades que redunden positivamente en el ejercicio de nuestros trabajos. Además, se tratará de promover la mejora de la eficiencia y la eficacia en el conjunto de la organización. Así mismo, la profesionalidad queda definida por la aplicación de los códigos deontológicos de las profesiones concretas a las que pertenezcan los miembros de la Fundación.
Cooperación - Obrar juntamente con otro u otros para la consecución de un fin común.
Igualdad – Asunción de que todos los miembros de la organización son sujetos de deberes y derechos sin incurrir en ningún tipo de discriminación (sexo, raza, pensamiento, orientación etc.)
Respeto – Consideración hacia la vida, sentimientos y pensamientos de los demás, así como a los propios.
Gratitud - Sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer, y a corresponder a él de alguna manera.
Honestidad – Cualidad de ser justos, confiables, sinceros. La sinceridad ha de estar siempre imbuida del respeto hacia el otro.
Perdón – Liberarse uno mismo de los sentimientos negativos que el error de otra persona nos haya podido generar, liberarnos del rencor. El perdón no consiste en absolver.
Amor – Valor, estado o emoción que nos permite desear a los demás aquello que desearíamos para nosotros mismos, como el bienestar. El amor es precisamente la emoción que posibilita la acción de los demás valores, pues los engloba en cierta medida dentro de sí.